Simios Humanos: primos hermanos… Cuarta parte…


Sorprendidos, los investigadores disimularon fingiendo que no entendían, ante lo cual el gorila preguntón se dio media vuelta para desaparecer tras unos matorrales... y para volver con el problema de la cuerda escrito en un papel con una letra perfecta, es más: con redondilla inglesa.
Los investigadores empezaron a inquietarse al comprobar que los 100 simios que participaban en el juego empezaban a rodearles, exigiéndoles, con gestos más o menos amenazantes, que resolvieran el problema que ellos ya habían resuelto en directo, dejando bien claro que una cosa es la práctica y otra la teoría.
Afortunadamente, el cuidador les sacó del aprieto al acudir sonriente, para decirle a los simios:
-Vamos, ya está bien, que estos señores no son matemáticos, que son investigadores.
Y los simios se retiraron mostrando gestos de desprecio, risas y hasta más de un corte de mangas, volviendo todos al juego de la cuerda.
-Discúlpenles –dijo el cuidador- Ustedes, como investigadores ya saben que los simios son muy suyos, es más, ni siquiera son nuestros, que llevan aquí bastantes miles de años antes que nosotros. Que ya saben que el genoma humano y el del chimpancé comenzaron a separarse hace millones de años.
Los científicos de Harvard, en su investigación publicada en el último número de Nature, revelan que esta separación se produjo a lo largo de cuatro millones de años. Así, a pesar de caminar juntos, los cambios genéticos comunes al hombre y al chimpancé empezaron hace 11 millones de años para separarse definitivamente hace -siglo más, siglo menos- 5 millones y medio de años... Bueno, pero que tonterías estoy diciendo. Esto lo sabrán ustedes de sobra, como investigadores que son.
-Claro, por supuesto, ya lo sabíamos, pero no se preocupe y siga hablando, por favor, más que nada para entretenernos hasta la hora de la cena –dijo Lerdo, mientras tomaba apuntes como un loco, mientras comprobaba de reojo que su compañera hacía lo mismo.
-Pues como les iba diciendo, la primera separación fue el “Australopithecus” por un lado como representante de lo que serían los humanos, y el “Pan troglodytes” para los simios. De esta manera, hace dos millones de años la evolución hace que aparezca el “Homo erectus” que evolucionaría hasta convertirse en el “Homo sapiens”, que son ustedes, con perdón. Actualmente, de los grandes simios, es el chimpancé el más parecido al hombre, genéticamente hablando... bueno, y en algunos casos hasta físicamente, y no es por señalar.
-Pero... ¿y Adán y Eva? –preguntó Francisco Lerdo.
-Ah, esos; ahí están –contestó el cuidador.
-¿Cómo? –preguntaron, estupefactos, los investigadores.
-Sí, que ahí están. ¡Adán, Eva, venid aquí! –exclamó el cuidador.
Y acudiendo a la llamada se aproximaron dos chimpancés cogidos de la mano y exhibiendo una espectacular sonrisa.
-Les presento a Adán y a Eva –dijo el cuidador, y dirigiéndose a los simios, añadió
- Aquí, estos señores, que son investigadores.
(Continuara...)

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