El violador del Vall d’Hebron se retirara a una orden religiosa al igual que ya hizo, El violador del Ensanche, a la República Dominicana

¿Será la misma donde se retiran los sacerdotes pederastas?

José Rodríguez Salvador, conocido como el violador del Vall d'Hebron, se encuentra en el municipio granadino de Iznalloz en casa de un familiar, según publican hoy diferentes periódicos, incluso alguno cita fuentes policiales.

Muchos de los vecinos de este tranquilo pueblo ponen cara de asombro y miedo ante la posibilidad de que el violador de la Vall d'Hebron pudiera estar entre ellos.
Ni en el ayuntamiento ni la policía local saben nada. Pero junto a la casa de un familiar del violador, permanece aparcado un coche patrulla de la Guardia Civil. Ellos tampoco saben nada del violador de la Vall d'Hebron.

Y mientras el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, ha pedido hoy que se confirme la supuesta presencia del violador del Vall d'Hebron en Andalucía con objeto de analizar las medidas de seguimiento con que cuenta dicha persona y así "evitar la alarma social" y posibles violaciones.
Que no nos confundan no es un enfermo, es un violador con una condena de 311 años, y que solo ha cumplido 16 años, con reducción de condena por haber practicado “yoga”.

El violador del Vall d'Hebron, Rodríguez Salvador, podría seguir los pasos de otro conocido violador, El violador del Ensanche, Francisco López Maíllo, otro que solo cumplió 13 años y ocho meses de prisión de los 592 años a los que fue condenado, gracias a las redenciones de condena, ¿practicaría también el yoga? , y exiliarse a la República Dominicana al cuidado de una orden religiosa, porque claro habrá perdido perdón a Dios, ¿y a sus victimas?, pues bueno como diría algún cura, que perdonen y pongan la otra mejilla.
¿Y que ocurre con las mujeres de la Republica Dominicana?
Ala, venga ya, para que no violen aquí, les mandan allá, ¿ocurrirá también a la inversa? y ¿los países se intercambian los violadores? ¿Tendrán GPS y los curas los tendrán controlados? Al igual que a los sacerdotes o curas pederastas, es decir, violadores de niños y niñas.

El inspector jefe Canga, el policía que dirigió su detención, lo tiene claro: "Ni se rehabilita ni se rehabilitará. Cada vez que ha pisado la calle ha vuelto a hacer daño. Es un peligro y los peligros no pueden andar sueltos". A su lado, la inspectora jefe, que también participo en su detención, asiente.

Con el violador del Vall d'Hebron ha sucedido exactamente aquello que pronosticaron con enfado sus víctimas el 15 de febrero de 1994. Aquel día, dos de ellas, en nombre de otras 15 mujeres de las 28 agredidas, convocaron una rueda de prensa coincidiendo con la primera jornada del juicio. Reconocieron el derecho de los violadores a tener rebajas de pena porque así es la ley, pero pidieron que el cálculo no se realizara sobre el tiempo máximo que puede pasar un condenado en la cárcel --30 años--, sino sobre el total de la pena --311 años, en este caso--. "Si no se hace así, da igual violar tres veces como 20.000", dijo una de ellas.
Aquel 15 de febrero, las dos jóvenes que se presentaron ante la prensa, con una gran valentía y a cara descubierta, sostuvieron, no sin razón, que sería incluso lógico que fueran a juicio solo tres de las 28 víctimas de Rodríguez Salvador, pues en el mejor de los casos 25 agresiones le iban a salir gratis, como así ha sido.
Tal y como está la legislación, las víctimas de agresiones sexuales lo son por partida triple: por su violador, por una justicia demasiado blanda y por unos políticos que deben de estar calentitos en invierno y fresquitos en verano en sus despachos, y que solo salen de ellos para tomar café a 80cm.

Hay en nuestro país un profundo alejamiento entre lo que mantiene ocupada a la clase política y lo que preocupa de verdad a los ciudadanos.
Unos pagan el café a 80 cm. y los otros lo pagamos a 1,20 o más.

Si en el caso del etarra Ignacio de Juana Chaos resultaba de todo punto incomprensible que un asesino que nunca ha mostrado el menor arrepentimiento por sus crímenes hubiese podido beneficiarse de generosas reducciones de condena, en el del "violador del Valle de Hebrón" lo que escandaliza es que se ponga en la calle a un delincuente que no tiene capacidad de dominar sus impulsos.
Es posible que la legislación vigente no deje otra opción a los Tribunales que lo que han hecho. Lo que no tiene justificación alguna es que el presidente del Gobierno y el resto del ejecutivo, se escuden en ello para no hacer nada ante un caso como éste y otros muchos que saldrán en breve de la cárcel.

El Presidente y su gobierno disponen de poder para cambiar las leyes.

¡ESPAÑA VA BIEN!

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