Alguien dijo...



Que se sacuda tu tierra para que valores tus pertenencias
Y se levanten los muertos que creí olvidados y su voz sonó dentro de cada uno de mis rincones
El herrero puso a fuego vivo mi alma para moldearla
Para fragmentarla en mil pedazos que dispersaron fuera de mi
Y el miedo sacudió todo mi cuerpo. De pies a cabeza, hiriendo mis ojos, atravesando mi pecho
Y mis rodillas tocaron el polvo.
La pelea es cuerpo a cuerpo contra mis monstruos.
Bramando de sed, mi voz empieza a cantar una victoria que anhela,
No está vencida...
Respirar, solo respirar y concentrarse en el siguiente golpe.
En el siguiente paso.
Soy tan fuerte y tan frágil como mis contrincantes;
Piso sus escombros y ellos patean los míos...
La vida esta girando alrededor de nosotros
Ninguno quiere sobrevivir.
Queremos la vida
Salvajes dentro de una pesadilla absurda donde para obtener paz, hay que armar la guerra.
El propio ruido impide escuchar que
Cada uno de nosotros lleva esa batalla dentro
Y caminamos, y aparentamos que no pasa nada.
Si el silencio se hiciera un segundo en la tierra, se delataría el fragor de cada duelo, propio y ajeno...
Si aprendiéramos a leer la historia que cada quien lleva escrita en la piel
Nos daríamos cuenta que todas las miradas reflejan una carga, y tal vez,
bajaríamos las armas.
O no sé... ¿quien sabe? por lo menos
No pesaría igual.

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