Parque natural de Saja - Besaya...

En este Parque encontramos la mayor parte de las características que definen el paisaje típico de las montañas del interior de Cantabria.
Caminando entre sus verdes valles, con los chasquidos irregulares de las ramas bajos los pies, se alcanza sin duda una relajación extrema. El Parque Natural del Saja-Besaya es uno de esos pocos lugares en los que aún es posible, y no es mito, olvidar la civilización, los problemas, el ruido mundano.
En su interior encontramos grandes zonas de bosque y arbolado autóctono de gran valor ecológico y se alternan zonas de monte cubiertas de matorral y praderas. El ecosistema original ha sido modificado por la acción del ser humano, la zona está poblada, creándose espacios de pradería dedicados al pastoreo a partir del bosque original.
Existen excelente robledales, hayedos y brañas guarnecidas de acebales. Son de especial interés los robledales de Bárcena Mayor, los robledales y hayedos de Villasuso de Cieza y el avellanal de Coo. Entre la fauna destacan el buitre leonado y el urogallo, junto con alimoche, corzo, jabalí, halcón peregrino y águila real. En el Saja encontramos nutrias. También se detecta la presencia de lobos y, en algunas ocasiones, osos pardos.
El oso pardo está extinguido prácticamente; sólo se pueden encontrar algunos ejemplares en los Picos de Europa y en este parque. Su presencia es esporádica, pero regular, sobre todo coincidiendo con los meses otoñales, cuando aprovecha para nutrirse de los frutos.
El Parque Natural de Saja-Besaya alberga vacas tudancas y ciervos traídos para sustituir a los extintos ejemplares cántabros.
Los montes más importantes del Parque oscilan entre los 869 metros de El Mozagro, en su vertiente noroeste, y los 2084 metros del Ijan, en su extremo sur occidental. La disposición orográfica permite diferenciar cuatro zonas: la vertiente del Besaya, las cuencas de los afluentes del Saja medio, el valle de Argoza y la cabecera del Saja.
El testimonio más antiguo que dejó el hombre en esta zona son varios menhires grabados que se emplazaron de hace más de tres mil años. Los lugareños dicen que el hombre primitivo quería señalar a la posterioridad las fuentes del nacimiento del Saja. Sin embargo, las primeras aguas del Saja tiene su origen en otros dos ríos, el Diablo y el Infierno, nombre con que la sabiduría popular los ha bautizado para reflejar en ellos la rudeza del lugar por el que discurren sus frías aguas, hasta que se encuentran en Tramburríos, donde el Saja recibe su nombre, para, seguida- mente, precipitarse hasta el Pozo del Amo, en el puerto de Palombera.
La realización de la autovia de la meseta dañara gravemente el ecosistema, como siempre la mano del hombre tiene la culpa.
Gestiona el parque la Conserjería de Ganadería, Agricultura y Pesca.



Imágenes de sus animales:

Osos - Buitre Leonado










Ciervo - Urogallo












Lobo - nutria






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