Empezar… amigo no te digo adiós, sino un hasta luego.

Qué extraña sensación hoy con el amanecer. Abrí la ventana y llego una mezcla de olores, el dulce aroma de las flores junto con el olor salado del mar se confundieron con el aroma del café caliente y recién hecho.
Esta hecho, hay cambios y tomamos decisiones, es la voluntad respetada a la persona querida.
La vida sigue, los días pasan, las cosas cambian, algunas personas se modifican según circunstancias, no cambiamos, después de 45 años sigo siendo la misma, a veces niña, a veces mayor, consciente de lo que hago y porque. Responsable de mis palabras y mis actos, reflexiva, seria o alegre, afectiva, cercana y lejana, romántica y apasionada, nada tradicional, conservando principios y valores y actuando según ellos. Independiente, trabajadora, atrevida o tímida. Respeto profundamente las voluntades ajenas y toca empezar.
El amor a veces cambia, sin siquiera darnos cuenta, pero también a veces el cariño se detiene en el tiempo posándose en el alma, bañándose de sentimientos y recuerdos.
Ante estos cambios, razono y al hacerlo lo hago con tranquilidad. Así es la vida llena de alegrías y tristezas.
Mucho se puede haber dicho sobre el amor, pero lo cierto es, que cuando uno se enamora poniendo el corazón, el amor se siente en todo el cuerpo, es entonces cuando somos capaces de amar plenamente, en las alegrías y en las tristezas; cuando a un amor así, se le pone fin, hay que ser capaz de diluir el amor que en el camino dejamos, sin dejar de querer y sin dañar la amistad, sino es difícil empezar y amar nuevamente.
El amor es un cumulo de emociones basadas en la amistad, el respeto, la confianza, la libertad, la pasión, cuando por voluntad alguien decide no amar así y decide alejarse, hay que respetarla, dejare de amarla, pero nunca dejare de quererla. No habrá amor ni pasión, pero la amistad, el respeto, la confianza y la libertad se reafirman.
Solo así soy capaz de amar, querer y dar, indiferente de lo que pueda recibir, sin sentirme herida y sin desconfiar de quien intente quererme o dejar de amarme, sin negar a encontrarse en el tiempo.
Es el contraste de la vida que se ampara en el amor, es la vida que se lleva en soledad compartida, la soledad adquirida que da la libertad conservada, la que encierra un querer profundo que también se siente en todo el cuerpo. Es la madurez en el amor, que se comprende cuando este se aleja, se quiere y no se olvida, porque sencillamente no hay nada que olvidar.
No voy a negar que duele, cuando un amor se pierde o se transforma, no dejo que el dolor me sobreviva, aprendo de él, no guardo rencor a quien en su momento me alegro los días, porque decida no vivir como pareja, viviré con el cariño de una amistad profunda y recordare que esta mantiene vivos los sentimientos y que mientras esté viva siempre “puedo empezar”. Y el continuara en mi camino como mi amigo.

No voy a negarme la oportunidad de ser feliz, amare más de lo que espero que me amen, seguiré creyendo en el amor, pues es la fuerza que me motiva en la vida, cada día, agradezco la dicha que el amor con nombre propio, en los pasos recorridos me mostró, y sé que el camino venidero con la experiencia ya vivida se tornará mejor.
No me había dado cuenta que, querer mantener intactos los sentimientos, que ir contra la voluntad de una persona, es herirme a mí misma.
Siempre crezco en la adversidad y saco de las experiencias lo positivo y no es que olvide lo negativo, que de ello también se aprende.
Sé muy bien que el amor es como un jardín; bello y hermoso, en un auge de primavera, invadido por los aromas nocturnos y diurnos en verano, melancólico en otoño, placido en invierno, pero cuando este muere se tiene que preparar muy bien la tierra para que las emociones puedan germinar, sino se prepara bien un futuro amor tendera a morirse, en el jardín o en el amor pueden convivir todo tipo de plantas, aromas y emociones, lo que hace que sea aun más hermoso y bello.
En la vida tenemos muchos amores, los padres, los abuelos, los tíos, los hermanos, los hijos, los amigos y transcurren a la par en el camino de la vida, aunque sean diferentes caminos, existen los cruces, donde nos detenemos y nunca dejamos de quererlos. Una pareja se tiene para amar con intensidad. Cuando se pone fin a ese amor, la relación amorosa debe dejar que esa amistad en la que se baso, continúe libremente, sin rencores.
Una sonrisa natural nace de la serenidad y aceptación profunda, hace brillar los ojos y, a veces, causa lágrimas, abriéndonos gozosamente el pecho: nos une a los demás y a la vida. Un amor así demuestra que se ha conseguido relacionándose respetuosamente, para poder generar una relación así, se ha de tener una voz diáfana, esto da seguridad suficiente para ser honesto ante sí mismo y el otro.
“No nacimos para quedarnos solos, muchos se quedan solos, aun estando acompañados, porque no se preocupan de que el amor nazca en un jardín cuidado”
Empezar… cual girasol en busca del sol, es tan maravilloso, tan natural, y las “cosas naturales no se deben evitar”.
El café caliente ya acostumbrado a esperar, yacía tibio en la mesa, al beberlo su sabor fue distinto pero agradable. Después de escribir estas reflexiones, vuelvo a leerlas, siento y pienso lo mismo, así que conforme conmigo misma me voy, me voy porque es nuevo día y no me negare la oportunidad de disfrutarlo.
Amigo, no te digo adiós, sino un hasta luego.



Un saludo a tod@s.

P.D. Volví a Noja por unos días, estoy de viaje continuo. En cuanto tenga algo mas de tiempo vendré a contaros, no dejo de escribir, como os dije estoy escribiendo un libro. He tenido poco tiempo para poder visitar a los enlaces, para cuando acabo lo hago cansada y aunque os visito, lo hago con pocas ganas de comentar.