La víspera del 1 de noviembre se celebraba “Sambein”, fiesta pagana celta que marcaba el final del verano y las cosechas e introducía los días de frío y oscuridad. La creencia era que el dios de la muerte hacía volver a los muertos, permitiendo de este modo la comunicación de los druidas con los antepasados.Esto lo dijo en una conferencia de prensa con Óscar Berger, presidente de Guatemala.
Este hombre no se enteraba entonces y sigue sin enterarse... ¿si los muertos hablaran?...Hay muchos muertos por el mundo matados por banderas de religiones diferentes… y no todos están en cementerios… otros, muchísimos están en fosas comunes, algunas ya localizadas y otras muchas aun por descubrir… a donde fueron arrojados a la fuerza…
Otros muchos están muriendo hoy de hambre… guerras por bombas no encontradas… lapidadas… apedreadas… enfermedades que tienen cura, pero que nadie cura...¡Hoy no tengo nada que celebrar!…
¡Que como despierten los muertos, tengan memoria y puedan hablar!…

Y como este es un espacio de lectura dejo dos poemas:
"Los muertos"
No son los muertos los que en dulce calma
La paz, reposan de la tumba fría.
Muertos son los que tienen muerta el alma,
Y viven todavía.
No son los muertos, no, los que reciben
Rayos de luz en sus despojos yertos.
Los que mueren con honra son los vivos,
Los que viven sin honra son los muertos.
La vida no es la vida que vivimos,
La vida es el honor, es el recuerdo;
Por eso hay muertos que en el mundo viven,
Y hombres que viven en el mundo,
muertos.
Autor: Ricardo Palma

"Muertos, muertos, muertos"
Los muertos se diseminan en mi piel,
explotan por mis narices,
se divulgan en mis pupilas,
desgarran mi sexo,
me dan caricias, ríen.
Están en mi alcoba,
en mis libros,
en las macetas del jardín –en las flores-,
abarrotan las iglesias, las veredas y los parques,
acaparan a diario –los diarios-
y de noche se van de juerga.
Cadáveres perversos,
cadáveres sutiles,
inocentes, enamorados, arrogantes muertos,
equivocados, certeros, perfumados, malolientes,
despiadados, tercos,
muertos, muertos, muertos.
Inundan los cuadros, mis versos, remedan locura,
perduran en las sombras,
son luces, rocío, colores,
se los percibe en el ruido –en la calma-
abruman portarretratos, efebos –veteranos-,
bajan las escaleras –suben-,
se emborrachan, hacen la paz –la guerra-,
comen salchichas, eructan miserias
muertos, muertos, muertos.
El cementerio –vacío- aguarda expectante.
Autor: Tisocco Gustavo

No hay comentarios:
Publicar un comentario