Un hombre que tenía orden de alejamiento de su ex pareja ha fallecido hoy en Madroñera (Cáceres) después de mantener un forcejeo con su mujer y en el que ambos han empleado armas blancas.Ella tenía una orden de protección y él de alejamiento.
La delegación del Gobierno en Extremadura ha informado hoy, en un comunicado, que las primeras investigaciones han apuntado a que la víctima se ha dirigido a casa de su ex pareja, que se disponía a salir de viaje.
Al parecer, han mantenido una discusión que ha derivado en una pelea con armas blancas, en el que la mujer ha resultado herida y el hombre muerto. Ambos habían sido pareja de hecho; ella tiene una orden de protección y él de alejamiento.
Habrá quien diga que ella es una asesina…
Habrá quien haga suyas las palabras de Alfonso Guerra, que mejor se hubiera quedado callado para lo que ha dicho… con el asunto de las miembras… o miembros… y de que no debemos arrodillarnos ante las victimas de maltrato…
En este caso el que muere es el agresor, que es el que tenía la orden de alejamiento y se dirige a la casa de la mujer, incumpliendo una orden judicial.
No voy a entrar a debatir sobre como se controlan las ordenes de alejamiento, estas son complejas de cumplir, a no ser que le pongan al agresor un policía las 24 horas, para saber si las cumple… Pero entiendo que si el agresor se dirige a la victima y la amenaza, incluso la ataca con un arma blanca, esta debe defenderse… porque la justicia no ha puesto sus medios para que este protegida.
Habrá quien diga que algunos hombres son maltratados, es cierto, se de algunos casos… hombres con mayor fuerza que ellas, que no son maltratadores ni violentos… que la sufren… y pocos la denuncian…
Estamos en una sociedad violenta, donde se maltrata y se mata sin que esto tenga demasiadas consecuencias para los culpables, sean del género que sean, donde se maltrata niños, ancianos, mujeres, hombres y animales con total impunidad…
Luego nos asombramos de que alguna victima se defienda y mate… temiendo por su vida…
Hay que exigir que la Policía haga su trabajo y los jueces el suyo, aunque los delincuentes ya no caben en las cárceles.
Pero hay algo más: esta sociedad es violenta.
Lo es en la televisión (no hay más que ver los programas), en la calle, en los deportes y hasta en las comunidades de vecinos. Y por desgracia es cada vez mayor entre los políticos.
Crece la violencia hacia los menores, pero también hacia los mayores. Muchos padres no se atreven a regañar a sus hijos, porque tienen miedo.
Esta sociedad ha dejado de pensar como un conjunto dotado de intereses y objetivos comunes y ha pasado a ser, un suma y resta de “individuos” con intereses particulares, enfrentados para hacer valer sus “derechos” y recurren a la fuerza o a la coacción.
La violencia esta por todas partes:
La ejercen jóvenes contra otros jóvenes.
Violencia ejercida por jóvenes contra sus padres, profesores o contra cualquier otra persona adulta.
Violencia contra los ancianos, de sus nietos, de sus hijos.
Violencia contra los niños.
Violencia contra los animales.
Violencia contra los hombres, contra las mujeres.
Violencia contra los pobres, los diferentes…
Violencia contra el medio ambiente…
El Gobierno debe articular leyes, medidas, rectificar las que han demostrado ineficacia o las que no han conseguido frenar a los delincuentes. Y lo puede hacer aquí y ahora, a la voz de ya. Pero todos debemos cumplirlas y enseñar a que se cumplan.
Somos violentos por naturaleza.
El político es un servidor público, aunque tiene tendencia a intentar servirse del público. El Gobierno lo puede hacer todo contra la violencia y si hace menos alguien tiene que rendir cuentas.
El Gobierno tiene todo el poder, le corresponde hacer transitables y seguras las carreteras, solucionar los problemas de la educación, de la violencia de género o de la seguridad ciudadana.
Pero todos somos responsables de esta sociedad violenta, como vamos a educar a los jóvenes en una sociedad violenta… donde se justifican guerras, asesinatos, el yo primero… donde muere gente de hambre y sed…
Educo conscientemente, a mis hijos, para la paz y les transmito unos valores y actitudes determinados tales como la justicia, libertad, cooperación, respeto, solidaridad, la actitud crítica, el compromiso, la autonomía, el dialogo, la participación. Al mismo tiempo cuestiono con ellos los valores y consecuencias de los que son contrarios a la paz como la discriminación, la intolerancia, la violencia, el etnocentrismo, la indiferencia, el conformismo.
Así que o ponemos remedio entre todos o esto tiene mal arreglo.
Hay un momento en el que los valores del pasado ya no sirven, pero no se sabe, no se puede o no se quiere asumir valores nuevos…
No me cansare de gritar:

Un abrazo a todos y tened un buen fin de semana.

1 comentario:
hola gemma !! este comunicado me afecta personalmente ya que yo conocía a la agredida y soy de su localidad ... este texto ayuda a entender perfectamente lo que está ocurriendo en la realidad ... todo se puede solucionar ... fdo : sara .. muy contenta de que quede todo tan bien explicado
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