Simios y Humanos: primos hermanos. Primera parte. Al finalizar pondré el autor.



Francisco Lerdo y Josefa Corta eran investigadores en comisión de servicios en el Muy Real Instituto de Investigaciones Científicas y Antropológicas Lógicas e incluso Ilógicas.
Eternamente becados, elaboraban voluminosos informes que nadie leía (se sospechaba que ni ellos mismos) acerca de los más variopintos temas, incluidos los que nada tenían que ver con su especialidad que, por otra parte, nadie sabía cual era.
Su trabajo más divulgado (lo leyeron hasta ellos) fue “Gorilas, orangutanes, chimpancés, macacos, hombres, mujeres y otros simios” título, éste también, de su celebrada tesis doctoral (celebrada por ellos cuando al fin, después de 12 años de trabajo, según ellos, la terminaron) que llevaba el subtítulo de “Simios y Humanos: primos hermanos... o cómo reconocer a un simio simplemente con mirarte a un espejo”.
Su tesis fue calificada, como todas, con Sobresaliente “cum laud”, lo que demuestra que el tribunal no se molestó en leerla, que es lo que suelen hacer los tribunales de los distintos departamentos de cualquier universidad cuando tienen que enfrentarse a tochos de 978 páginas, como era el caso.
Aquel comienzo de curso, Francisco y Josefa, como buenos investigadores, investigaban el calendario escolar para contar las fiestas y puentes que disfrutarían. En ese momento, entró en su despacho su Jefe de Departamento –en comisión de servicios y becado eterno como ellos- para informarles, con una sonrisa entre malévola e inquietante, que habían sido becados –una vez más- para que investigaran lo que pudieran, aunque pudieran poco, acerca de la vida, costumbres, comportamientos lúdicos, actividad sexual, inteligencia si la tuvieren y modos de vida de los grandes simios de Borneo... pero esta vez en directo.
Aterrados ante la orden de salir de su despacho, por vez primera, para una investigación de campo, lo primero que hicieron, una vez superado el susto, fue buscar en un atlas dónde estaba ese lugar que imaginaban, y con razón, ignoto y lejano llamado Borneo, comprobando horrorizados que estaba lejísimos... de su despacho. Y se prepararon, a regañadientes, para el viaje.
(Continuara...)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Maria,
Muy interesante y agradable la selección de lecturas. Me ha gustado mucho.
Saludos cordiales desde Brazil:
Geraldo