Contra la Violencia de Genero
La única mujer que puede ser
es la que sabe que el sol
para su vida empieza ahora
la que no derrama lágrimas
sino dardos para
sembrar la alambrada
de su territorio
La que no comete ruegos
La que opina y levanta su cabeza
y agita su cuerpo
Y es tierna sin vergüenza
y dura sin odios
La que desaprende el alfabeto
de la sumisión
y camina erguida
La que no le teme a la soledad
porque siempre ha estado sola
La que deja pasar los alaridos
grotescos de la violencia
y la ejecuta con gracia
La que se libera en el amor pleno
La que ama
La única mujer
que puede ser la única
Es la que dolorida y limpia
decide por sí misma
salir de su prehistoria.
Anonimo.
A las que se rebelan, no se callan
las humildes y las mansas;
las que imaginan cosas imposibles,
el derecho a ser felices;
a las que viven solas, pisoteadas,
las que ya no esperan nada;
a las desamparadas, olvidadas,
las que caen y se levantan…
Cuántas vidas humilladas,
cuántas lágrimas calladas.
Lo más triste es la tristeza
en el club de las mujeres muertas.
A veces porque miran,
porque callan
porque piensan se delatan;
a veces porque cuentan, porque llora
no porque no entienden nada;
hay quien perdona todo a quien las mata
por un beso, una mirada;
hay quien lo espera todo
de quien aman y no pierden la esperanza…
Quemadas, arrastradas por los pelos,
torturadas, devastadas,
violadas legalmente, apuñaladas,
algún juez la mira y la pasa.
Dicen que tienen celos y se nublan,
que no saben lo que hicieron
y cuando beben dicen no ser ellos
yo soy yo más este infierno.
Victor Manuel.
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1 comentario:
Excelente texto. Gracias.
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