Los conoceréis por su desprecio…

No le bastaba con maltratar física y psicológicamente a su mujer. Hacía ya más de trece años que ella aguantaba sus agresiones en silencio, pero él necesitaba contarlo para vanagloriarse de ello, y lo hizo. José Luis B. M., residente en el barrio Lomo Los Frailes, en la capital gran canaria, marcaba este domingo decidido el teléfono del 091 y daba cuenta, con detalles incluidos, de la paliza que estaba propinando a su esposa. No parecía arrepentido de sus actos, cuentan a este periódico agentes de la Policía en la isla.
Los habituales testigos de sus maltratos ya no eran suficientes para José Luis B. M., de 43 años de edad. Acostumbrado a insultar y pegar a su compañera sentimental en presencia de su hijo menor, de catorce años, y de algún que otro familiar, descolgó el auricular para presumir de su conducta ante los agentes.
A los pocos minutos de la llamada, los policías acudían al grupo de viviendas 289 de este barrio situado en la parte alta de la ciudad para investigar la veracidad de la llamada. A su llegada, pudieron entrevistarse con el hijo de la pareja y con otro familiar que había presenciado los malos tratos, y corroboraron la versión que el propio José Luis dio a los agentes.
Algo se cruzó en la mente del agresor cuando se lanzó al teléfono para jactarse de la violencia que ejercía sobre su mujer, algo que quizás evitó que el domingo todo terminara en desgracia. José Luis B. M., según constataron los agentes, había rociado la vivienda familiar con disolvente y su intención era prenderle fuego. El agresor, natural de la capital gran canaria y sin antecedentes, fue detenido por la Policía una vez comprobado todos los hechos.
Miedo a las represalias
La mujer de José Luis confesó a los agentes que llevaba trece años sufriendo los malos tratos físicos y psíquicos de su pareja, aunque nunca lo había denunciado. «Tenía miedo a las represalias», aseguró, y confiaba en que el agresor, tal y como le prometía cada día, cambiaría de actitud. Ahora se ha acogido a las medidas de protección contra la violencia de género, y su agresor ha sido puesto a disposición del Juzgado de Violencia sobre la Mujer.
Fuente Heraldo.es


"Yo le pego a mi mujer, ella saca lo peor de mí, me saca de quicio, creo que ella quiere que la pegue".
"Yo creo que está muy consentida y le tuve que dar la torta que su padre no le dio cuando era pequeña".
¿Es posible hablar de un perfil concreto de maltratador?
"Se dice que la cultura, la posición social y la falta de educación les caracteriza; sin embargo, en la práctica, nos encontramos con hombres a los que nadie supondría un ejercicio de la violencia. Hombres cuya educación nos puede deslumbrar y con una posición profesional de prestigio".
"Hay hombres a los que de entrada podríamos calificar de machistas, porque su oficio abona esta actitud, por cómo se expresan, por su estrato social y, en cambio, son sumamente respetuosos con sus mujeres. Mientras que otros que aparentemente las cuidan y las entienden resultan ser agresores encubiertos".
"Ella me provoca". Estas palabras fueron pronunciadas por un hombre de leyes".
El maltratador se perfila de esta manera: cuestionando todos los actos de su pareja, criticando a sus amigos y familiares, su trabajo, y haciéndole perder todo contacto con el exterior hasta que, al fin, es "toda suya". Se convierte en su obsesión. Llegados a este punto, pueden ser potenciales homicidas, pues no soportan perder su posesión, hasta el punto que la prefieren muerta antes que "de otro".
Ya son 64 las mujeres asesinadas en España en lo que va de año.
El pasado año hubo 68 víctimas.




Cuando estoy enfadada parezco una bruja, vale. Y tú me miras con sorpresa hasta que te das cuenta que no es contigo que mi rabia va.

YA BASTA

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