Este espacio natural, situado en la zona más occidental de la provincia, ocupa un amplio recodo en las riberas del Duero. Aquí, el río crea un semicírculo en el que las aves han encontrado un excelente refugio para pasar el invierno.
Los sonidos de las cigüeñas, grajas, avefrías y un sinfín de aves que llegan a la laguna se cruzan con los colores lilas y malvas que el sol refleja en el Duero al ponerse; éste es un momento mágico que regala la Naturaleza.
Incluido en el Catálogo de Zonas Húmedas de Interés Especial de la Comunidad de Castilla y León, se localiza en el Embalse de San José y comprende los términos municipales de Castronuño, Pollos, Tordesillas y Torrecilla de la Abadesa. Está integrado en la Red de Espacios Naturales (REN) de Castilla y León, y es considerado a nivel europeo como ZEPA (Zona Especial de Protección para las Aves).Tiene una superficie de 8.420 ha, y constituye una de las áreas más importantes para la fauna de la provincia de Valladolid, inventariándose unas 272 especies animales: aves, mamíferos, reptiles, anfibios y peces.
La construcción del Embalse de San José en el Duero, a su paso por el término municipal de Castronuño, dio origen a la formación de una importante zona húmeda y se establecieron extensas superficies de carrizal y choperas, que intensificaron el valor ecológico de este espacio, quedando reflejado en la alta diversidad de especies. Numerosas especies de aves encuentran en este espacio uno de los últimos refugios donde poder descansar durante sus migraciones, pasar los meses invernales y llevar a cabo la reproducción. La presencia de especies amenazadas, como es el caso de la garza imperial, el aguilucho lagunero y el martinete, incrementa aún más el valor que encierra este paraje. Otras aves que forman parte del biotopo, son las fochas, pollas de agua, carriceros, garza real, ánades, milano negro, mirlo común, jilguero, ruiseñor, verdecillo, mochuelo y búho chico, entre otros. También peces como la carpa, siendo ésta la especie más común del embalse, y los barbos, el carpín, la tenca.
Las Riberas de Castronuño, declaradas, en el año 2002 Reserva Natural, conforman un precioso bosque, formado, principalmente, por chopos, sauces, álamos y fresnos.
Además del valor natural de esta zona, también podemos descubrir su cultura. Para ello, podemos realizar una ruta que empezaría en la ermita del Cristo, en Castronuño, donde podemos obtener unas vistas excepcionales de Las Riberas del Duero. Este pueblo, situado en lo alto de un cerro, ha tenido una larga historia defensiva, y en la actualidad, nos deleita con vistas como la de las riberas. Además de un bello mirador, la ermita del Cristo, es una joya en toda regla; de hecho, muchos la consideran como uno de los hitos del románico en la provincia.
1 comentario:
yo pase algun verano alli y son muy bonitas lo que pasa que hoy en dia nos las hemos cargado como casi todo.recuerdo como se podian pescar cangrejos de los autoptonos, ir las familias de acampada,etc.recuerdos de niñez.que pena que todo lo bueno lo estemos matando
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