LOS HECHOS SON LOS HECHOS, LAS NOTICIAS, LAS NOTICIAS.
Los hechos son los hechos; las noticias, las noticias.
Sin embargo, los medios de comunicación deben ser conscientes de su responsabilidad ante la sociedad. Voy a reflexionar sobre el tema después de leer la prensa, cualquier prensa…Titulares de la página: “La cuñada de la mujer asesinada en KKKKK (el sitio es lo de menos) denuncia a su marido por malos tratos. La juez dicto una orden de alejamiento y la revoco días después a petición de la cuñada que había presentado la denuncia”. “Le quitan 7 años de cárcel por intentar matar a su novia al admitir que sufrió un ataque de celos”. “Juzgado por apuñalar a su compañera sentimental”. “Detienen a una mujer por apuñalar su marido al sorprenderlo con otra”. Estos son los titulares. Vamos a examinar las noticias una por una. “La cuñada de la mujer asesinada en KKKKK denuncia a su marido por malos tratos”. La joven, tras contemplar la imagen de su cuñada agonizante y ensangrentada ha afirmado: voy a denunciar hasta la más mínima. Por supuesto, la mujer no debe permitir ni la más mínima violación de sus derechos humanos; la mas pequeña violación es, en definitiva, violación de los derechos humanos. Tras denunciar, volvió al juzgado a retirar la denuncia. ¿Motivo?: Por mis hijos. Y añadió: “él está ahora en el paro y va por ahí buscándose la vida para conseguir dinero con el que alimentar a nuestros cuatro hijos. Si lo detienen por incumplir la orden, no podía trabajar y mis hijos necesitan comer”.
¿Cuántas mujeres no se deciden a dar el paso que les haga salir del silencio opresivo y humillante por el temor al desamparo de sus hijos? La respuesta es bien sencilla: muchísimas.
Por ello es absolutamente necesario que se convierta en realidad, y lo sea de un modo eficaz, rápido y urgente, la medida de un salario mínimo durante un tiempo prudencia para las mujeres maltratadas con hijos.
Proteger a la mujer maltratada significa, entre otras cosas, dotarla de los medios económicos necesarios para que pueda rehacer su vida. Tampoco me olvido, al comentar la noticia, de la obligación que tiene el juez de examinar el posible riesgo para la vida y la dignidad de la mujer a pesar de haber retirado la denuncia. Es posible que la inminente “Orden de Protección para las Mujeres Víctimas de Violencia Doméstica” arregle muchas cosas; otro día entraré a fondo en este tema. “Le quitan 7 años de cárcel por intentar matar a su novia al admitir que sufrió un ataque de celos”. Es decir, que un ataque de celos justifica una pena mínima a pesar de haber intentado asesinar a la novia. ¿Trastorno mental transitoria? No lo sé, porque no conozco la pericial forense. Sin embargo, me temo que estemos ante lo de casi siempre: era celoso y se sobrepasó, como si los celos fueran justificantes; en un arrebato...; es decir, se admiten justificaciones porque estamos, en bastantes casos, ante la presencia del “macho ibérico”; lo que me recuerda aquella sentencia que reconocía que el individuo, delincuente confeso, había sido educado en el franquismo o había que comprender las reacciones propias de quien se consideraba “macho ibérico”. “Detienen a una mujer por apuñalar a su marido al sorprenderlo con otra”. Lo siento, pero tengo la impresión de que el titular de la noticia aboga por una cierta comprensión. Nada justifica una muerte, una lesión, nada. Y los periodistas deben acostumbrarse a titular dando cuenta de los hechos, pero nunca interpretándolos, justificando o criminalizando. “Juzgado por apuñalar a su compañera sentimental”. Bueno, la noticia tiene poco comentario: un ejemplo más de la violencia contra las mujeres. Sin embargo, me sirve para afirmar: la guinda del pastel; es decir, se ha planificado una página con todo el morbo posible del mundo. Volvamos al comienzo. Las noticias son las noticias.
Cierto, los medios de comunicación deben reflejar lo que sucede en la realidad. Por lo que respecta a la violencia doméstica, violencia de género, violencia contra las mujeres, los medios de comunicación han realizado una labor muy importante: sensibilizar a la sociedad. Sin embargo, a veces el exceso de morbo no ayuda a la comprensión del tema. Por ejemplo, a veces las noticias, tal y como aparecen en los medios de comunicación social, retraen a las mujeres de la denuncia: cuando, por ejemplo, las noticias llevan el mensaje de que las mujeres no están protegidas.
Por supuesto hay que decir las cosas, y hacerlo con claridad y rotundidad. Pero hay que procurar ser positivos: dar a conocer los teléfonos, los organismos, públicos y privados, de atención a la mujer, las medidas puestas en marcha, etc. Punto final. Reconozco no estar muy inspirada; reconozco que la página comentada, página completa y de tamaño grande, repleta de noticias sobre violencia doméstica me ha enfadado: por la proliferación de noticias – ¿hasta cuándo vamos a soportar tanta violencia?–, y por la proliferación en una misma página – ¿cuándo va a desaparecer el morbo?–. Me hubiera gustado que a lo largo de la página de cualquier periódico se hubiera hablado, en algún momento, entradilla, comentario de los periodistas, etc., se hubiera hecho mención de la violación de los derechos humanos.
Sin embargo, los medios de comunicación deben ser conscientes de su responsabilidad ante la sociedad. Voy a reflexionar sobre el tema después de leer la prensa, cualquier prensa…Titulares de la página: “La cuñada de la mujer asesinada en KKKKK (el sitio es lo de menos) denuncia a su marido por malos tratos. La juez dicto una orden de alejamiento y la revoco días después a petición de la cuñada que había presentado la denuncia”. “Le quitan 7 años de cárcel por intentar matar a su novia al admitir que sufrió un ataque de celos”. “Juzgado por apuñalar a su compañera sentimental”. “Detienen a una mujer por apuñalar su marido al sorprenderlo con otra”. Estos son los titulares. Vamos a examinar las noticias una por una. “La cuñada de la mujer asesinada en KKKKK denuncia a su marido por malos tratos”. La joven, tras contemplar la imagen de su cuñada agonizante y ensangrentada ha afirmado: voy a denunciar hasta la más mínima. Por supuesto, la mujer no debe permitir ni la más mínima violación de sus derechos humanos; la mas pequeña violación es, en definitiva, violación de los derechos humanos. Tras denunciar, volvió al juzgado a retirar la denuncia. ¿Motivo?: Por mis hijos. Y añadió: “él está ahora en el paro y va por ahí buscándose la vida para conseguir dinero con el que alimentar a nuestros cuatro hijos. Si lo detienen por incumplir la orden, no podía trabajar y mis hijos necesitan comer”.
¿Cuántas mujeres no se deciden a dar el paso que les haga salir del silencio opresivo y humillante por el temor al desamparo de sus hijos? La respuesta es bien sencilla: muchísimas.
Por ello es absolutamente necesario que se convierta en realidad, y lo sea de un modo eficaz, rápido y urgente, la medida de un salario mínimo durante un tiempo prudencia para las mujeres maltratadas con hijos.
Proteger a la mujer maltratada significa, entre otras cosas, dotarla de los medios económicos necesarios para que pueda rehacer su vida. Tampoco me olvido, al comentar la noticia, de la obligación que tiene el juez de examinar el posible riesgo para la vida y la dignidad de la mujer a pesar de haber retirado la denuncia. Es posible que la inminente “Orden de Protección para las Mujeres Víctimas de Violencia Doméstica” arregle muchas cosas; otro día entraré a fondo en este tema. “Le quitan 7 años de cárcel por intentar matar a su novia al admitir que sufrió un ataque de celos”. Es decir, que un ataque de celos justifica una pena mínima a pesar de haber intentado asesinar a la novia. ¿Trastorno mental transitoria? No lo sé, porque no conozco la pericial forense. Sin embargo, me temo que estemos ante lo de casi siempre: era celoso y se sobrepasó, como si los celos fueran justificantes; en un arrebato...; es decir, se admiten justificaciones porque estamos, en bastantes casos, ante la presencia del “macho ibérico”; lo que me recuerda aquella sentencia que reconocía que el individuo, delincuente confeso, había sido educado en el franquismo o había que comprender las reacciones propias de quien se consideraba “macho ibérico”. “Detienen a una mujer por apuñalar a su marido al sorprenderlo con otra”. Lo siento, pero tengo la impresión de que el titular de la noticia aboga por una cierta comprensión. Nada justifica una muerte, una lesión, nada. Y los periodistas deben acostumbrarse a titular dando cuenta de los hechos, pero nunca interpretándolos, justificando o criminalizando. “Juzgado por apuñalar a su compañera sentimental”. Bueno, la noticia tiene poco comentario: un ejemplo más de la violencia contra las mujeres. Sin embargo, me sirve para afirmar: la guinda del pastel; es decir, se ha planificado una página con todo el morbo posible del mundo. Volvamos al comienzo. Las noticias son las noticias.
Cierto, los medios de comunicación deben reflejar lo que sucede en la realidad. Por lo que respecta a la violencia doméstica, violencia de género, violencia contra las mujeres, los medios de comunicación han realizado una labor muy importante: sensibilizar a la sociedad. Sin embargo, a veces el exceso de morbo no ayuda a la comprensión del tema. Por ejemplo, a veces las noticias, tal y como aparecen en los medios de comunicación social, retraen a las mujeres de la denuncia: cuando, por ejemplo, las noticias llevan el mensaje de que las mujeres no están protegidas.
Por supuesto hay que decir las cosas, y hacerlo con claridad y rotundidad. Pero hay que procurar ser positivos: dar a conocer los teléfonos, los organismos, públicos y privados, de atención a la mujer, las medidas puestas en marcha, etc. Punto final. Reconozco no estar muy inspirada; reconozco que la página comentada, página completa y de tamaño grande, repleta de noticias sobre violencia doméstica me ha enfadado: por la proliferación de noticias – ¿hasta cuándo vamos a soportar tanta violencia?–, y por la proliferación en una misma página – ¿cuándo va a desaparecer el morbo?–. Me hubiera gustado que a lo largo de la página de cualquier periódico se hubiera hablado, en algún momento, entradilla, comentario de los periodistas, etc., se hubiera hecho mención de la violación de los derechos humanos.
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