La mala educación

Por regla general el ser humano presenta una característica común y es que siente la necesidad de que le respeten. Y sin embargo ese respeto que tanto aprecia y que tanto reclama luego no siempre lo transmite a los demás miembros de la sociedad. Es muy curioso.
Cuando iniciamos una conversación (y no digamos si ésta deriva en una discusión) con otra persona en la vida real, frente a frente, procuramos también por regla general mantener un cierto respeto, consciente o inconscientemente, porque la inmediatez del otro nos podría deparar una reacción inesperada. Si al interlocutor le faltamos al respeto y le insultamos podemos encontrar en él tres tipos de reacciones...
a) se calla, nos ignora y sigue su camino porque considera que como persona con una determinada educación está por encima de quien le está agrediendo verbalmente.
b) pese a considerar que tiene una determinada educación no puede tolerar que quien le agrede verbalmente se quede sin su merecido e inicia una agresión verbal a su vez.
c) consecuencia directa de la anterior, porque el interlocutor tiene un mal día o simplemente porque es un salvaje en toda regla, éste nos lanza directamente un puñetazo a la cara.
El resultado final en todos estos casos es siempre que la conversación ha finalizado y no continuará más.
Creo sinceramente que deberíamos hacer un esfuerzo y mantener siempre un profundo respeto hacia las ideas o comentarios de los demás, y si no estamos de acuerdo con ellos intentar rebatirlos con argumentos consistentes, no con insultos y desprecios, porque por el mero el hecho de faltar al respeto a los demás no tendremos automáticamente la razón.

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