CUALIDADES

Los hombres se distinguen menos por sus cualidades naturales que por la cultura que ellos mismos se proporcionan.
Los únicos que no cambian son los sabios de primer orden y los completamente idiotas.



La critica

Quien se enfada por las críticas, reconoce que las tenía merecidas.

Las críticas no serán agradables, pero son necesarias.

Resulta de todo punto monstruosa la forma en que la gente va por ahí hoy en día criticándote a tus espaldas por cosas que son absolutamente y completamente ciertas.

La crítica debe hacerse a tiempo; no hay que dejarse llevar por la mala costumbre de criticar solo después de consumados los hechos.

La libertad

Quienes son capaces de renunciar a la libertad esencial a cambio de una pequeña seguridad transitoria, no son merecedores ni de la libertad ni de la seguridad.

La libertad de conciencia se entiende hoy día, no sólo como la libertad de creer lo que uno quiera, sino también de poder propagar esa creencia.

La libertad es el derecho que tienen las personas de actuar libremente, pensar y hablar sin hipocresía.

La libertad no es simplemente un privilegio que se otorga; es un hábito que ha de adquirirse.

Yo no estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero me pelearía para que usted pudiera decirlo.

La rebeldía

Quien ha sembrado privilegios debe recoger revoluciones.

Quien es auténtico, asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que ser.

La constancia

Nada es constante, excepto el cambio.
La decisión

Algunas veces hay que decidirse entre una cosa a la que se está acostumbrado y otra que nos gustaría conocer.

Llega un momento en los asuntos de los hombres en que hay que coger el toro por los cuernos y enfrentarse a la situación.

El esfuerzo

Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. un esfuerzo total es una victoria completa.

La fuerza

Excelente cosa es tener la fuerza de un gigante; pero usar de ella como un gigante es propio de un enano.

La inteligencia

Las personas inteligentes tienen un derecho sobre las ignorantes: El derecho a instruirlas.

Estar preocupado es ser inteligente, aunque de un modo pasivo. Sólo los tontos carecen de preocupaciones.

La ventaja de ser inteligente es que así resulta más fácil pasar por tonto. lo contrario es mucho más difícil.

El hombre inteligente habla con autoridad cuando dirige su propia vida.

La persuasión

El arte de persuadir consiste tanto en el de agradar como en el de convencer; Ya que los hombres se gobiernan más por el capricho que por la razón.

La sinceridad

Sólo en un mundo de hombres sinceros es posible la unión.

La vergüenza

Hemos de proceder de tal manera que no nos sonrojemos ante nosotros mismos.

La gratitud

La gratitud de muchos no es más que la secreta esperanza de recibir beneficios nuevos y mayores.

La obediencia

Si la obediencia es el resultado del instinto de las muchedumbres, el motín es el de su reflexión.

Obedeced más a los que enseñan que a los que mandan.

El talento

Utiliza en la vida los talentos que poseas: el bosque estaría muy silencioso si sólo cantasen los pájaros que cantan mejor.

El atrevimiento

No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas.

La coherencia

El buen pastor esquila las ovejas, pero no las devora.

La honradez

La persona honrada es la que mide su derecho por su deber.

La puntualidad

Procuro ser siempre muy puntual, pues he observado que los defectos de una persona se reflejan muy vivamente en la memoria de quien la espera.

Utilidad

Tan tranquilas son las personas honradas y tan activas las pícaras, que a menudo es necesario servirse de las segundas.